FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
Publicaciones de la Sección AntropoÜgioa N.o 2
EL
CRÁNEO FÓSIL DE ARRECIFES
( PROVINCIA DE BUENOS AIRES )
ITBIBUIDO A Li FORMiCIÓN PAMPEiNi SUPERIOR
R. IvEHMANN— NITSCHE
Catedrático de Antropología
de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Buenes Aires
BUREAD OF
1908
L.IBRARY.
De la Revista de la Universidad de Buenos Aires. 1907, tomo VIII
BUENOS AIRES Imp, de M. Biedma é Hijo, Bolivar 535
1907
EL CRAXEO FÓSIL DE ARRECIFES
( PROVINCIA DE BUENOS AIRES )
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
Publicaciones de la Sección Antropológica N.' 2
EL
CRÁNEO FÓSIL DE ARRECIFES
( PROVINCIA DE BUENOS AIRES )
ATRIBUIDO A LA FORMACIÓN PAMPEANA SUPERIOR
R. LEHMANN— NITSCHE-
Catedrático de Antropología
de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Bnenes Aires
1908
De la Revista de i.a UKivEFtsiKAn he Buenos Aihes. 1907, tomo VJI
BUENOS AIRES Imp. de M. Biedma é Hijo. Bolívar 535
1907
EL CRÁNEO FÓSIL DE ARRECIFES
PROVINCIA DE BUENOS AIRES ATRIBUIDO Á LA FORMACIÓN PAMPEANA SUPERIOR
El incansable y reputado paleontólogo argentino, Doctor Florentino Aniegliino, Director del INIuseo Nacional de Buenos Aires, cita en. la parte antropológica de su cono- cida obra ! Cfliitribiición al coiiociinicnto de los inamifcros fósiles de la República Argeiiliua , Buenos Aires 1889, todos los restos humanos encontrados en las formaciones geo- lógicas llamadas por él postpampeano : y pampeano», tomando aquélla como cuaternaria y el pampeano como plioceno. En armonía con la mayoría de los geólogos y basándonos en investigaciones propias hechas conjun- tamente con el Dr. Santiago Roth, Jefe de la sección paleontológica }■ profesor en el IMuseo de La Plata, y el Dr. Carlos Burchardt, actualmente jefe-geólogo del Ins- tituto Geológico de ^NIóníco, — investigaciones que se pu- blicarán en breve en la Revista del ^Nluseo de La Plata — no aceptamos el tal - postpampeano de Ameghino como cuaternario, sino como formación reciente; no aceptamos tampoco su pampeano como plioceno, sino como cua- ternario. Nos interesan por consiguiente, en esta introduc- ción solamente los restos humanos, procedentes del pam- peano«; hecha excepción de unos cuantos dientes, parti-
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cularmente incisivos, procedentes de la dentadura de leche, que no permiten ninguna deducción y que fueron encon- trados en el pampeano inferior (nomenclatura de Ame- gliino), todos los restos humanos citados en 1889 en la ya mencionada obra proceden del pampeano superior y pue- den ser considerados como contemporáneos de la magnífica fauna mamalógica de la formación pampeana.
Los restos humanos eran (1889) los siguientes: frag- mentos de huesos recogidos por Séguin en 1864 á orillas del Río Carcarañá, conservados en el Museo de Historia Natural de París; restos de un esqueleto, encontrado por Ameghino, en 1870, sobre el Arroyo de Frías y donados al Museo Cívico de Milán, donde se han perdido; otros restos encontrados también por Ameghino, en el mismo lugar )• conservados en el Museo de La Plata; un esqueleto muy completo hallado por Roth en la región llamada Fontezuelas (i) y conservado en el Museo Zoológico de la Universidad de Copenhague; al fin un esqueleto recogido por el Sr. de Caries en el Río Samborombón y donado al Museo de Valencia.
Describe todos estos restos el señor Ameghino y, al fin de la descripción del hallazgo de F'ontezuelas, agrega (pág. 67):
«Esa región del Río de Arrecifes, parece fué en esa época una región más poblada, ó más fácilmente habitable para el hombre que el resto de la provincia, pues mientras escribo estas líneas, recibo la noticia del descubrimiento de un cráneo humano, evidentemente fósil, más ó menos en las mismas condiciones que el precedente (de Fonte- zuelas), á unas cuatro leguas del pueblo de Arrecifes, cerca del pequeño Arroyo de Merlo y á corta distancia del cauce del río, sobre un declive del terreno pampeano denudado
(1) Asi es la verdadera ortografía, ni Fontizuelos ni Poiitimelo. como se lee en las diferentes publicaciones, error debido á un lapsus calami ó la mala letra de los manuscritos del señor Roth
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por las aguas. Todavía no he visto la localidad, pero el aspecto del cráneo } su estado de conservación demues- tran evidentemente que procede de la arcilla roja pam- peana .
I\Iás tarde, después de haber hablado del cráneo de Sam- borombón que considera como braquicéfalo, se lee lo si-, guiente (p. 85) :
«El cráneo que acaba de encontrarse en la misma región Norte de la provincia, del que dispongo de dos fotografías, es evidentemente de una raza distinta, dolicocéfala, cuyo índice debe ser alrededor de 75, igualmente hipsostenoeé- falo, pero de frente angosta >■ mu\- deprimida, arcos super- ciliares muy pronunciados, y fuertes crestas temporales .
Como resumen general de lo que se podía decir en 1889 sobre el hombre pampeano, escribe iVmeghino los siguien tes datos generales (p. 85) :
«Tenemos pues, así, la prueba de que durante la forma- ción del pampeano superior (i), habitaron en la provincia de Buenos Aires, en los mismos puntos, aunque no tene- mos la prueba de que fueran absolutamente sincrónicas, dos razas humanas distintas: Una dolicocéfala y con marcados caracteres de inferioridad en el cráneo (frente angosta }• fuyente); la otra braquicéfala, de cráneo aparentemente más elevado, pero que si la existencia de las 18 vértebras dor- so-lumbares, no es una anomalía en el único ejemplar con columna vertebral completa hasta ahora conocido (esqueleto •de Samborombón), lo que sería singularmente raro, repre- sentaría una raza mu}- inferior por la conformación del esqueleto.
«Los representantes de ambas razas, eran hipsostenocé- alos, y de talla sumamente pequeña .
Esto es lo que dice el señor Ameghino sobre el cráneo
(1) El texto dice, evidentemente por equivocación, «pampeano inferior>.
de Arrecifes. Este, después de muchas circunstancias, fué vendido por la viuda del señor Monguillot al Aluseo Etno- gráfico de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Ai- res (i) cuyo Director, mi distinguido amigo y colega Profe- sor Juan B. .Ambrosetti, me encargó de su estudio y publica- ción. Aprovecho la oportunidad de expresarle mis más sen- tidas gracias y creo inútil llamar la atención sobre la importancia de este cráneo para la paleoantropología (2) argentina.
Sobre las circunstancias en que fué encontrado el cráneo que nos ocupa, desgraciadamente no sabemos otra cosa que lo que dice Ameghino en el ya citado párrafo; el señor José Monguillot, que lo había hallado, había muerto antes de mi llegada al país (1897) así que no me fué posible averiguar datos más exactos. Ocupándonos de la cuestión, si el cráneo efectivamente puede proceder de la formación pampeana ó no, encontramos mucho en favor, mucho en contra.
En favor de esto podemos citar los hechos siguientes: El cráneo, en las partes donde se ha sacado las costras calcáreas que en seguida describiremos, pega fuerte en la lengua; estas partes tienen además todo el aspecto de hue- sos fósiles, el mismo color amarillento blanco y la misma estructura frágil. El cráneo en su totalidad, está cubierto por adentro de una capa de calcio carbónico de diferente espesor, que hierve fuerte al contacto con ácido muriático; en la superficie externa, esta costra llega á tener un espesor de un milímetro y más, en partes, y se compone por lo me- nos de tres diferentes capas bien fáciles de distinguir. Su as-
(!) Este cráneo lleva el núm. 1053 del Catálogo.
(2) Uso el término «paleoantropología» para designar con él la antropología física y psíquica del hombre fósil de la época dilu- viana; véase:
Lehmann-Nitsche, Palüoanthropolociic. Ein Beitrncj :íiu' Einteilum/ der anthropolo'/tschen Disciplinen. Globus, LXXXIX, 190tí, p. 222- 224.
Fig. I El Cráxeo fósil de Arrecifes Norma lateral
- 1] —
pecto es el de tubérculos granulosos \- relativamente grue- sos. Esta capa calcárea se distingue completamente de las incrustaciones calcáreas que se observan con frecuencia en los huesos encontrados en la formación pampeana; es idéntica á las capas con que se cubren objetos dejados al- gún tiempo en aguas minerales calcáreas como p. e. en las aguas de Karlsbad, etc.
A la falta de substancia orgánica }• á la costra calcárea, se debe también el sonido sordo parecido al de una olla de barro cocido, que se o}e al golpear el cráneo con el nudo del dedo. Parece que el cráneo se rompió /// sitii por el peso de la tierra, etc., y se cubrió después de incrustaciones calcáreas que taparon al mismo tiempo las suj)erficies de las fracturas, que sobresalen en forma de labio.s. La línea de rotura empieza en el pterión derecho y va vértice arriba detrás de la sutura coronaria á la sutura mediana que al- canza á 3 centímetros detrás del bregma; corresponde des- pués á la sutura mediana y á cada ramificación de la lambdoidea.
En contra de la contemporaneidad pampeana del cráneo de Arrecifes pueden citarse ante todo los datos insuficien- tes sobre el yacimiento, el hallazgo, etc.. El hueso mismo es además relativamente bien conservado, pero no debemos olvidar que ha sido resguardado de influencias dañinas por la costra calcárea que le cubre. El color manchado chocolate de algunas partes de la lámina externa tiene mucha seme- janza con el color y el semblante de cráneos antiguos del Río Negro exhibidos en París por el Dr. Francisco P. Moreno, que solamente según el señor Ameghino son fósiles (cua- ternarios», p. 52) pero que tienen que ser tomados como muy antiguos, nada más.
Según todo lo explicado, el cráneo de Arrecifes me pa- rece ser sin duda muy antiguo, aunque no directamente «fósil»; tal vez puede significárselo como «subfósil . Por sus particularidades tengo la convicción de qiie bien puede
proceder de la formación pampeana. En todo caso es muy antiguo y cualquier estudio antropológico sobre los pri- meros habitantes de la República Argentina tendrá que tomar en consideración el cráneo de Arrecifes.
Parte craneoscópica
Dado el mal estado de conservación es relativamente poco lo que se puede decir sobre el cráneo. Existe la calota craneal sin base, sin la región del foramen occipital y sin el nasión, cuya posición sin embargo puede ser determi- nada aproximadamente. Existen además partes del esque- leto facial, e. d. de la región z\-gomática y alveolar que han sido reunidas y reemplazadas en parte por yeso. La restauración parece ser correcta v fué hecha sin prejuicio ninguno. La costra calcárea impide reconocer algunos de- talles, como p. e. las líneas temporales, etc., pero es bastante difícil y en parte imposible sacarla sin destruir la lámina externa; tampoco hemos querido quitar al cráneo su as- pecto curioso.
Las suturas son bien fáciles de conocer siempre que no hayan sido tapadas por la costra calcárea, }• el grado de su denteladura no pasa lo que generalmente se vé en los crá- neos.
El espesor de los huesos es notable, pero la costra ya citada impide tomar medidas.
Sobre el sexo no se puede decir nada con seguridad; el aspecto es él de un cráneo varonil, pero mucho con- tribuye á esto la capa calcárea que da al cráneo cierta forma tosca y rústica-.
Los dientes faltan en ma}-oría á causa del mal estado de conservación del cráneo; los que hay son gastados hasta la raíz y la superficie del molar I derecho forma una fuente longitudinal bastante profunda, tipo de desgaste observado en dientes de otros cráneos americanos.
Fig. 2 El Cráneo fósil de Arrecifes Norma vertical
— 15 -
El individuo á que pertenecía el cráneo, debe haber sido adulto, tal \-ez de edad algo avanzada.
El cráneo no presenta al fin, ningún indicio de defor- mación artificial.
Xorii/a frontal — El techo frontal forma una línea con- vexa que solamente en el centro del hueso frontal se eleva algo, formando una ligera cresta, como se conoce en tantos otros cráneos americanos ; además, se nota en la región postbregmática tal cresta en un grado poco pronunciado. Arcos z\gomáticos bastante salientes.
Xoniia laií'ral — Prognatismo alveolar relativamente poco pronunciado; arcos superciliares bien marcados y salientes; la curva mediana forma en su totalidad una línea muy homogénea )- convexa, que sobresale solamente algo en la región postbregmática; torus occipital muy bien marcado, formando una sola jiba larga y ancha cuyo medio repre- senta el inión no especialmente marcado. Eas tuberosidades parietales son fáciles de notar como tales ; la región pre y supertuberal de los huesos parietales aplastada, formando' en la línea mediana y á 3 — 4 centímetros atrás del bregma una cresta ya citada.
Norma 7'crtical — Representa la calota cerebral en la norma de Blumenbach un óvalo muy simétrico, que algo sobresale de su línea matemática solamente en la región de los tubera parietalia }' además muy poco en la punta mediana frontal á causa del elevamiento ya descrito de la cresta frontal. A este óvalo cefálico se hallan agregadas como dos garitas, los arcos superciliares. Eos arcos zygo- máticos no aparecen en la norma vertical.
Norma occipital — En la norma occipital se nota ante todo el aplastamiento de los huesos parietales y la cresta parietal. Eos tubera parietalia también se distinguen co- mo tales; la región subtuberal es concava y se levanta abajo en forma de bien marcadas crestas supermastoideas. Eas apófisis mastoideas mismas, más bien son pequeñas;
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las incisuras parecen como muescas hechas con un cuchi- llo afilado, y no como surcos cóncavos como en los cráneos europeos; las crestas digastricas (i) llamadas así por el
(1) Sobre esta particularidad poco conocida encuentro los datos siguientes:
Le Double, Traite des variations des os du eváne de l'/iomme et de leur sif¡nification au point de ene de l'anthropologie "oolorjique, Paris 1903, p 335 menciona «l'iniplantation sur la lévre interne de la rainure digastrique, d'une éminence osseuse, en forme dedemi- amande á la quelle Zoja a donné le nom d'ctpopliijse masto'idc sur- numéraire. Cette éminence, qui modifie singuliérement la forme de l'apophyse mastoide. et que Zoja dit avoir rencontrée plusieurs fois, présente deux faces, dont Tune regarde en dehors, et l'autre en de- dans, et un sommet plus on moins pointu dirige en bas.
«Formée par une gaine de lissu osseux compact contenant des cellules aeriennes communiquant avec celles de l'apophyse mastoide cu avec l'antre pétreux, elle mesure, dans certains cas, 2 centimé- tres de longueur d'avant en arriére, 8á 9 millimétres de hauteur et 7 millimétres de circonférence á sa base.
«Depuis 1864. apoque oü Zoja a appelé l'attenlion des anatomis- tes sur cette anomalie, Legge et Humphry ont vu, le premier l'apo- physe mastoide divisée en deux, le second, la lévre interne de la rainure digastrique, renflée et creusée d'une cavité communiquant avec les cellules mastoidiennes».
El conde Spee, Handbuchder Anatomie des Menschen, herausgege- ben vori Karl ton Burdeleben, Skeletlebre, Zweite Ableilung: Kopf von F. Graf von Spee, Jena 1896, p. 221 cita en la bibliografía un trabajo de Córner y dice que éste llamó «apófisis paramasto'idea , al rodete situado entre la incisura mastoidea y el sulcus ar- teriae occipitalis, cambiando el nombre de la bien conocida apófisis paramasloidea situada en el hueso occipital, en «apófisis paraocci- pitalis».
Últimamente Pérez. Oreille eí encéphale. Ettide d'anatomie chi- rarcjicale, Buenos Aires 1905, p. 23 escribe lo siguiente:
«Entre la rainure digastrique et la scissure occipito-mastoidienne, on remarque une saillie de volume variable, présentant tantót la forme d'une créte, tantót la forme d'une bulle: nous l'avons nommée eróte ou bulle digastrique. Elle répond á une cellule du groupe si- nuso-digastrique.
¡■Sur 120 temporaux, elle apparaissait:
Cornme une petite créte ■ ¿O fois
Créte saillante 32 »
Une petite bulle. 15 »
Une grosse bulle 40 »
Elle était absenté 13
«Le muscle digastrique s'insére au fond de la rainure et sur la fa- ce externe de la bulle, par deux faisceaux de fibres dont le plus im- portant est celui de la bulle. L'arlére occipitale, branche de la ca- rotide externe, creuse en dedans de la bulle digastrique le sillón du méme nom. Elle irrigue, par ses ramifications terminales, la re- gión occipitale».
Nosotros adoptamos la nomenclatura dada por el Doctor F. Pérez en su espléndido atlas.
Fig. 3 El Cráneo fósil de Arrecifes Norma occipital
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Doctor F. Pérez, son enormes \' representan una especie de peine grueso; el espacio entre ellas y la fisura occipito mastoidea destinado á la arteria occipitalis también tie- ne la fomia de una muesca pero nrenos profunda y menos grande que la recien descripta. En cráneos americanos he encontrado con gran frecuencia la caracterizada forma de la incisura mastoidea ó digástrica, como también la cres- ta digástrica. Serían interesantes estudios comparativos. Xonnd Ixrsdl — La recien descripta particularidad más bien pertenece á la norma basilar la que no permite conocer otra cosa de importancia ó interesa causa de la falta de toda la parte basilar del cráneo.
PARTE CKANEOMÉTRICA
Al tomar las diferentes medidas en el cráneo de Arreci- fes hemos seguido el Convenio de Monaco fijado por el XIII Congreso Internacional de Antropología y Arqueología Prehistórica que se celebró el año pasado en dicha ciudad, }• }'a que la publicación definitiva de ese congreso tardará para ver la luz, nos sirve de guía el informe preliminar presentado por el señor v. Luschan en uno de los boletines de la sociedad antropológica alemana (i). Aprovechamos esta oportunidad para reproducir por primera vez en idio- ma castellano (2) el nuevo formulario craneométrico inter- nacional, aunque éste en parte solamente puede ser relle- nado con las cifras obtenidas en el cráneo de Arrecifes, pero creemos que así el lector al mismo tiempo puede dar-
(1) YON Luschan, Die KonfL'rens con Monaco. Korrespondenz- Blatt der Deutschen Gesellschaft für Anthropologie, Ethnologie und Urgeschichte, XXXVII. 1906. p. 53-62.
(2) Para la traducción de los términos antropológicos al caste- llano me serví de la bella obra de mi colega madrileño señor Ho- yos Sáinz, obra que me ha sido sumamente útil para todo el pre- sente trabajo. Véase:
Hoyos Sáinz, Técnica antropolócjica r/ antropología física, 2° edi- ción, Madrid 1899.
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se cuenta, por una parte, del convenio craneoniétrico de ]\Ió- naco, V por otra, de las particularidades métricas del cráneo que nos ocupa.
Milímetros
Largura craneal máxima (i88) i86
Anchura craneal máxima (142) 141
Altura craneal máxima —
Anchura frontal mínima . . . . . (97) 96
Anchura frontal máxima -^-
Anchura bi-estefanial —
Anchura bi-fronto zvo'omática máx. . iio Anchura bi-zvg-omatica máxima. . . c 142
Anchura maxilar. —
Altura nasio-inental . —
Altura nasio-alveolar c 75
Altura nasal ............ --
Anchura nasal máxima —
Anchura nasal superior — '
Anchura nasal mínima —
Anchura bi-dacrional —
Largura basilar —
Largura basilo-alveolar. . —
Largura del foramen occipital —
Anchura —
Anchura orbital máxima
Altura orbital —
A. Profundidad orbital —
B. Altura órbito-alveolar mínima —
Largura palatina —
Altura palatina —
A. Largura maxilar —
A. .Anchura alveolar máxima —
Anchura auricular 126
Anchura bi-asterial —
Anchura bi-condilial (mandíbula). .... —
9 10
II
12
13 14
15 16
17
18
19 20,
21
22
23 23 24 25 24
25
26
27 28
— 21 -
Milímetros
29. Anchura bi-gonial (mandíbula)
Altura mental (mandíbula) —
Anchura ramal (mandíbula) —
A. Anchura ranial mínima (mandíbula). ... —
Altura ramal (numdíbula) —
A. Ano'ulo ramal (mandíbula) —
B. Espesor del borde inferior (mandíbula). . . —
Circunferencia craneal horizontal 530
Circunferencia craneal transversal 335
Anchura bi-temporal —
Circunferencia craneal antero-posterior total. . —
» frontal . 132
» - parietal. 143
* > > occipital —
Cuerda antero-posterior frontal c. 115
parietal 124
» » ■> occipital. ..... —
Altura auricular ■ . . . . 123
Ángulo facial (nasio-alveolar) —
» nasal (nasio-espinal) —
» alveolar (espino-alveolar) .... —
Altura frontal 85
Ángulo frontal c. 49'^
Equilibrio craneal ?
Ángulo basilar —
Ángulo basio-opistial —
Largura post-basilar —
Capacidad craneal 1481 (w) ó 1341 (B)
Peso craneal sin mandíbula —
con mandíbula —
Completamos esta lista (a) con los índices calculados de las precedentes cifras }• (b) con las medidas, índices y ángulos obtenidos por intermedio de la curva mediana (véase más en adelante) :
31 31 32 32
32 33 34 35 36 37 3S
39 40.
41
42
43 44,
45 46
47 48
49
50
51 52 53 54 55
— 22 —
a) índice longitudino-transversal (cefálico). . 75,8
X longitudino-auricular . . . . . . 53,2
>; fronto-parietal 68,09
de la circunferencia antero-posterior
frontal y parietal, respectivamente. 108,3
facial superior c. 52,8
b) Altura caloteal 109 mni.
índice de la altura caloteal y la línea gla-
belo inial (largura craneal máxima) . . 58,6 » de la posición del punto más alto
de la curva mediana 50)54
» de la posición del bregma .... 29,0
Ángulo frontal 88,0
- bregmático 61,0
Muy pocas son las medidas que se han podido tomar en el cráneo de Arrecifes según el convenio de Monaco, pero son suficientes para dar una idea de los caracteres principales de él. Dado el espesor de la cresta calcárea que cubre la calota cerebral, deducimos de la largura máxima 2 milímetros, de la anchura máxima i milímetro 7 de la anchura frontal mínima también i milímetro para obtener las cifras más exactas posibles.
Los caracteres del cráneo son más ó menos los si- guientes :
CRÁNEO CEREBRAL
El cráneo está bien desarrollado en las dimensiones an- tero-posteriores y transversales y las cifras absolutas para la largura máxima (186 mm.) y la anchura máxima (141 mm.) representan un buen grado de desarrollo.
Para facilitar la comparación, reproduzco un cuadro si- nóptico de Schwalbe (i) que contiene las medidas de la
(1) Schwalbe, Studien iieber Pithecanthropus erectus Dubois. Zeitschrift für Morphologie und Anthropologie, I, 1899, p. 25.
— 23 —
largura máxinia de 231 cráneos humanos, arregladas en "Tiipos de 5 á 5 milímetros :
Largura máxima Núm. de cráneos
201 milímetros 1
198-1% •' 4
193—190 " 12
189-185 " ......... 31 Arrecifes: 186 mm.
184-180 " .53
179—175 " ........ 62
174—170 " 38
169—165 " 19
164—160 " 6
1.59—155 " 5
Se vé que el cráneo de Arrecifes con 186 milímetros de largura máxima está muy arriba en la escala que acaba de citarse, y que pasa el término medio.
En cuanto á la anchura máxima (141 milímetros), coin- cide con el término medio de 140,5 milímetros, encontrado por Mies y Bartels (i) en 15.350 (quince mil trescientos cin- cuenta) cráneos humanos.
Agrego á este cuadro otro compuesto de las cifras de Alar- tin (2) }' \'erneau (3) que se refieren á antiguos cráneos patagones:
Circunfi'i'ciicia linrizoiital craneana
Tribu Hombres Mitres. Mujeres Mitres
Patagones del Rio Negro (Martin p. 531) 6 527 6 504
» Tipo plati-dol. I (Verneau p. 53). 1 544 — —
IllVerneau p. 59). 2 535 3 516
» I) liipsi-dol. (Verneau p. 81). 17 521 7 493
)) ' plati-braq. (Verneau p. 96). 20 524 9 489
» " subraq. (Verneau p. 104). 8 514 1 490
(1 ' Bártels, Uebei- die ijrósstr Bri'tte des inenschUchcn Hirn- schadcls. Ib. VIH, 1904, p. 73.
(2) Martin, Altpatac/onische Schadel. Vierteljahrsschrift der Na- turforschenden Gesellschaft Zürich, XLI, 1896. jubelband, p. 531.
(3) Verneau, Lrs anden f; Patagons, Monaco 1903. passim.
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Ti-ibu Hombres Mltros Mujeres Mltros
Araucanos antiguos de Chile (Verneau p. 111) 1 529 5 473
Araucanos antiguos de Patagonia (Ver- neau p. 111). ...... . íí 493 6 494
Araucanos moHernos de Patagonia (Ver- neau p. 111) 3 492 3 475
Patagones, tipo mestizo plati-dol. + hip-
si-dol. (Verneau p. 116) ... 5 514 1 505
Patagones, tipo mestizo plati-braqu. + hip-
si-dol. (Verneau p. 120) .21 521 5 504
Arrecifes 1 530 — —
Aunque en el cráneo de Arrecifes algo debe deducirse de la cifra grande (530 milímetros) á causa de la costra calcárea, queda siempre notable su circunferencia horizon- tal que debe corresponder á los kefalones patagones.
La circunferencia horizontal (530 milímetros) también al- canza un alto grado de desarrollo 5' está en primera fila en el siguiente cuadro, compuesto de las cifras de Topinard (i):
Circunferencia Jiorizontal craneana
Tribu Hombres Mltros. Mujeres Mltros.
Andamanes (Flower) 12 ^80 — —
Vedda (Flower) 7 486 — —
Parias de Alipur (Broca) 7 493 3 48&
Boshimanes y Managuas (Cr. Ethnica)... 6 495 — —
Javaneses (Broca) 18 501 6 490
Chinos (Flower) 16 508 — —
Australianos (Broca). ... 15 509 10 490
Neocaledonios (Broca). 23 510 25 494
Chinos (Broca) 21 511 7 495
Tasmanios (Broca) 19 511 13 491
Javaneses (Crania Ethnica) 19 512 — —
Negros (Broca) ... 31 513 12 488
Chinos •'Crania Ethnicaj "18 513 — —
(1) Topinard, Elements cVantlvopologie cjénérale, Paris 1885, p. 675-676.
- 25 -
Tribu Hombres Mltros, Mujeres Mlti'os.
Mandiiigues (Crania Elhnicn^ 10 514 —
Árabes (Crania Ethnica). 28 515 —
Berberiscos (Crania Etlinica). . ■.. — ■ 28 515 — —
Polinesios (Broca) 22 515 15 496
Neocaledonios (Isla de los Pinos) 7 516 — —
Papua (Mantegazza) EO 517 — —
Hawayanos (Crania Ethnica) 15 520 — —
Orolofes (Crania Ethnica) 13 524 — —
Auverneses (Broca ) 43 524 37 502
Bruselenses (Hoeger y Dallemagne). . . 22 525 — —
Parisienses contemporáneos (Broca) ... 77 525 41 498
Tahitianos (Crania Ethnica) 17 525 — —
Holandeses (Broca) 22 526 22 503
Esquimales (Flower) 20 526 — —
Esquimales (Broca) .. 11 527 9 510
Arrecifes 1 540 — —
Hombres célebres (Tenkatei . . 12 530 — —
Indígenas de Fiji (Flower). 6 533 — —
Asesinosde Bélgica (Hceger y Dallemagne) 29 548 — —
Según el índice cefálico ( 75,8 ) calculado entre la lar- gura máxima }• la anchura máxima, el cráneo de Arreci- fes se halla en el límite entre la dólico y la mesocefalía como ya se podía suponer por el simple examen craneos- cópico, pero según la nomenclatura vigente tendrá que ser tomado como mesocéfalo. El señor Ameghino pues por la simple vista ha tasado admirablemente el índice cefálico, al indicarlo como alrededor de 75 .
El índice cefálico en América indica poca cosa ya que Kollmann (i), por la reunión de los índices de 1292 crá- neos americanos en cuadros sinójDticos, ha demostrado c la pluralidad y ubicuidad de las variedades craneanas» (dis- tinguidas según el índice cefálico) en toda América, hecho que corresponde perfectamente con la «poikilotipía délas
(1) Kollmann, Dic Antochthoncn Amcriha's. Zeitschrift für Ethnologie, XV, 1883, p. 43.
— 26 —
formas craneanas en América como nos lo enseñó (i) un simple examen craneoscópico.
La altura del cráneo solo puede ser determinada y cal- culada según la altura auricular. Esta mide 123 milímetros y pasa notablemente el término medio (116,5 niilímetros) de 50 cráneos suizos calculado por Czekanowski (2).
El índice longitudino-auricular resulta ser 53,2, pero para compararlo con las cifras respectivas de otros cráneos, tro- pezamos con algunas dificultades. Cuando el estado de conservación del cráneo lo permite se mide la altura basilo- bregmática v la relación de ésta con la laro-ura máxima sirve para calcular el índice longitudino-vertical. De esta manera han procedido los antropólogos dejando de lado los cráneos desperfectos, sin la parte basal, donde solo pue- de medirse la altura auricular para disponer de alguna cifra relacionada con la altura craneana, faufr dr iiiiotx. No se ha estudiado todavía la correlación entre el índice longitudino-vertical y el índice longitudino-auricular, )• la tabla siguiente establecida para aquél :
índice lorigitudiuo-verticívl Tenninologin
Broca Convenio de Frankfurt
X -71,99 X-70,0 Came-ó platicefalia
72,0—74,99 70,1—75,0 Ortocefalía
75,0— X 75,1 — X Hipsicefalia
no puede ser transferida tácitamente al índice longitudino- auricular como lo ha manifestado últimamente el profesor Martin (3).
Este antropólogo cree que la citada terminología deberá ser bajada por 10 á 12 unidades para ser aplicable al ín-
d) Lehmann-Nitsche, Ti^os de cráneos // cráneos de rasas. Estudio craneológico. Revista del Museo de La Plata, XI, 1904, p. 170.
(2) Czekanowski, Zur Hülienmessjinf/ des Schadels. Archiv für Anthropologie N. F. 1., 19U4, p. 257.
(3) Martin. Dic Jnlandstannne der nialai/ischen Halbinsel, Jena, 19U5, p. 479-480-
— 27 -
dice louoitudino-auricular; la nonienclatura sería entonces la sioniente :
índice loiigitudiiui auricular. Teruiiiiología
Props. provisoi-ia de Martin
X — 58 Caiiie- O platicefalía
58 — 63 Ortocefalia
63 — X Hipsicefalía
En el cráneo de Arrecifes, el índice lon^itndino-anri- cular, como \r hemos visto, es 53,2 y el cráneo es en todo caso came-ó platicéfalo.
Con la cifra absolntamente alta de la altnra auricular corresponde perfectamente la cifra elevada que se ha obte- nido para la circunferencia transversal (335 milímetros); Broca (i) p. e. indica 312 milímetros para 77 Parisienses contemporáneos (honibres) }• 291 milímetros para 41 idem mujeres, y de las ya citadas obras de ]\Iartin y \'erneau puede construirse el siguiente cuadro :
( 'i¡-cuiitci'nici(i transversal siipcrauriciilnr
Tribu. Hombres Mltros. Mujeres Mltros
Parisienses contemporáneos (Broca) 77 312 41 291
Patagones del Río Negro (Martin p. 531).. . 6 337 6 320 > tipo plati-dolicocéfalo I (Verneau
p. 53) 1 304 — —
idem idem idem II (Verneau p. 59) 2 303 3 288
» tipo hipsi-dolicocéfalo (V. p. 81).. 17 321 7 311
» plati-braquicéfalo (V. p. 96). 20 317 9 296
» subraquicéfalo (V. p. 104).... 8 325 1 311
.\raucanos antiguos de Chile (V. p. 111) . 1 316 5 288
antiguos de Patagonia (V. p. 111) 2 300 6 292
mod. de Patagonia (V. p. 111)... 3 300 3 292
Patagones, tipo mestizo plati-dol. -j- hipsi-
dol. (Vernean p. 116) 5 295 1 291
Patagones, tipo mestizo plati-braqu. -)- hipsi-
dol. (Verneau p. 120) .21 315 5 303
Arrecifes 1 335 —
(1) TopiNARD, Liste des mesures et procedes cranioinétriques de Paul Broca. Revue d'Anthropologie, 2e. serie, II, (XI). 1882, p. 579.
- 28 —
Para conipletar el estudio importante de la altura cra- neana vamos á trazar con todo cuidado por medio de una cinta de j^lomo, la curva mediana del cráneo y seguir los métodos iniciados por Schwalbe en su ya citado trabajo- En esta curva apuntamos la glabella (punto más saliente entre los arcos superciliares), el bregma, el lambda }• el inión, situado éste en el medio del torus occipitalis. Reunida en la curva la glabella con el inión por una línea, ésta mide exactamente i86 milímetros, cifra ya obtenida directamen- te por medio del compás de espesor, y representa la base para las siguientes operaciones. La distancia vertical má- xima, que la curva mediana alcance sobre esta línea G — I, es la < altura caloteal* (C — H); su valor absoluto será me- dido con una regla graduada (109 milíinetros en el pre- sente caso) y su valor relativo se determina calculando el índice entre ella y la línea basal G — I (58,6 en el cráneo de Arrecifes). Comparemos entonces las cifras obtenidas con los cuadros correspondientes de Schwalbe (p. 43 v 45) :
|
ra caloteal absoluta |
Número de cráneos |
|
en milímetros. |
(107 en total). |
|
84 |
1 |
|
88-89 |
3 |
|
90-94 |
10 |
|
95-99 |
27 |
|
10(1-104 |
30 |
|
105—109 |
23 Arn |
|
liii-114 |
9 |
|
115-117 |
4 |
Arrecifes: 109 tnm.
Se vé que el cráneo de Arrecifes ocupa un lugar bas- tante alto en la escala que acaba de citarse, e. d. que su altura caloteal absoluta es bien desarrollada. Pero calcu- lando el índice de ésta con la largura máxima craneana, resulta ser relativamente baja, como lo coincide perfecta- mente con la came ó platicefalía calculada anteriormente
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- 31 -
sejJi'ún el índice aurículo-lonoitiidiiial. Compárese el si- g-uiente cuadro de Schwalbe (p. 45):
índice entre la Alt. cal. y la larg. cran.máx. Número de cráneos (107 en total). 52-54 J12
55-59 43 Arrecifes: 58,6.
60-64 41
65-68 1 1
Calculemos al fiu la posición que el punto más alto de la curva mediana (C) ocupa encima de la línea glabelo-inial (Ct I), (') calculemos, en otras palabras, la proposición ( T H : ( T I. La posición de dicho punto varía en los di- ferentes cráneos, pero seoún los estudios de Schwalbe (p. 55) no pueden fijarse límites exactos entre las diferentes razas humanas. En todo caso, el índice respectivo obtenido en el cráneo de Arrecifes (50,54) indica que el punto de la altura máxima craneana está situado algo más por delante que por lo general es el caso, especialmente en el Europeo; véase el siguiente cuadro, compuesto según los datos de Schwalbe (p. 55) :
Punto de la altura máxima, situado
líúm. de los cráneos. (48 en total).
1 ) en la mitad antei-ior de la linea
glabelo-inial
2 ) en el medio de la línea glabelo-
inial
3 j en la mitad posterior de la línea
glabelo-inial — índice 50—55. . 4) en la raiidiá posterior de la línea
glabelo-inial — índice 56 — 59,9 . 5 ) en la mitad posterior de la línea
glabelo-inial — índice 60 — 64.9 . 5 ) en la mitad posterior de la línea
glabelo-inial— índice 65—66,9 .
2 4 13 Arrecifes: 50,54
16
12
1
Para completar el análisis métrico de la calota cerebral del cráneo arrecifeño, falta aún el estudio de la anchura
— 32 -
frontal mínima y del índice que ésta da con la anchura máxima craneana.
La anchura frontal máxima en el cráneo de Arrecifes es de 96 milímetros, cifra que pasa favorablemente un poco al término medio humano si la comparamos con el si- guiente cuadro compuesto por Schwalbe (1. c. p. 78), y basado en 352 cráneos humanos:
Anchura frontal mínima. Número
Milímetros. de los cráneos.
80-84 7
«5-89 42
90—94 122
95-99 115 Arrecifes: 96 mm.
100-104 54
105—109 7
110-114 3
115-116 2
Para comparar la anchura frontal mínima del cráneo de Arrecifes con la de otros cráneos americanos compilamos el siguiente cuadro según las ya citadas obras de Martin y Verneau; resulta que el hombre de Arrecifes ocupa una po- sición favorable entre sus compatriotas vecinos bajo este punto de vista :
ANCHURA FRONTAL MÍNIMA Tribu Hombres M/m. Mujeres M/m.
Patagones del Rio Negro (Martin p. 531).. 5 99 tí 94
tipo piati-dolicocéfalo I. (Verneau
p. 53 1 97 - -
' tipo piati-dolicocéfalo II. (Verneau
p . 59) 2 98 3 93
tipo hipsi-dolicocéfalo(Vei-neau p.
81) 17 98 7 94
tipo plati-braquicéfalo (Verneau p. 96) 20 97 9 90
tipo subraquicéfalo (Verneau p. 104) 8 96 1 9
33
AXCIIIRA FRONTAL MÍNIMA Tribu Hombres M/m. Mujeres M;m.
Araucanos tipo aiaucuiiü ani. de Chile
(Verneau p. 111) 1 100 5 92
tipo araucano anl. de Patagonia
(Verneau 111) 2 89 ü 88
> tipo araucano niod. de Patagonia
(Verneau p. 1 11) 3 92 3 80
Patagones tipo mestizo plati-dol-f hipsi-doi.
1 Verneau p. 116) 5 91 1 89
» mestizo plati-Í3raqu+hipsi-dol. (V.
p. 120) 21 96 5 95
Arrecifes I 96 — —
Al mismo Schwalbe seguiremos al hacer el estudio com- parativo del índice fronto parietal que en el cráneo de Arrecifes resulta ser 68,09. Reproducimos enseguida en parte su tabla XIV (p. 82), agregándole al mismo tiempo la terminología propuesta por este autor (p. 90):
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- 35 —
De este cuadro resulta, como lo explica detenidamente Schwalbe (p. 91), que la población autóctona de América tiene la frente mesosema, hecha excepción de los indios de Alaska con su microsemía bien marcada; que por lo gene- ral, los pueblos civilizados son mesosemos, los pueblos pri- mitivos é inferiores, megasemos hasta ultra megasemos, hecha excepción de los Indios americanos (mesosemos como aquéllos).
El cráneo de Arrecifes (68,09) ^^ entonces mesosemo y su índice respectivo corresponde con la ma3'oría de los demás cráneos americanos (véase el cuadro anterior).
Terminaremos el análisis de la región frontal con el es- tudio de los ángulos que pueden construirse en la curva mediana. Reunimos con Schwalbe (p. 142 y sig.) el punto G (glabela) con el punto B (bregma) y el ángulo B G I será el «ángulo bregmático»; tiramos desde el punto G una línea que toque el punto más saliente de la frente y el ángulo X G I será el "ángulo frontal-; de esta manera se determina matemáticamente el grado de la inclinación y convexidad del hueso frontal con respecto á la línea funda- mental glabelo-inial. De la comparación de estos ángulos, determinados en cráneos de diferentes razas humanas (véase el cuadro siguiente que contiene las cifras medianas de Schwalbe) resulta, como dice este autor (p. 145 y 146) que^ dado el material pequeño de cráneos estudiados hasta la fecha, al efecto, el ángulo frontal talvez servirá un día para caracterizar las diferentes razas humanas actuales, mientras que el ángulo bregmático que mucho menos varía que aquél, por este motivo apenas servirá para la
Tribu Ángulo frontal. Ángulo bregmático.
24 Alsasianos 91,4 60,0
16 Alsasianas 93,7 59,8
24 Negros Dchagga 100,3 58,6
4 Calmucos 85,2 56,5
7 Indig. de Oceanía 89,1 60,3
Arrecifes 88,0 61,0
- 36 —
clasificación de las razas actuales. Los dos ángulos más bien tienen un gran significado zoológico, indicando las etapas que hay entre los Antropoideos, el Pithecanthropus el HoiTio neanderthalensis y el Homo sapiens. En el cráneo de Arrecifes, ambos ángulos se encuentran dentro de la categoría del hombre actual.
La posición del bregma y su variación en cuanto á la dirección antero posterior está íntimamente ligada con la inclinación de la frente hacia atrás; siendo una frente fuyente , el bregma estará situado más atrás y vice ver- sa. Se determina con Schwalbe (p. 149 y sig.) entonces la distancia desde el punto G (glabela) al punto D (pro- yección vertical del bregma) que mide 54 milímetros en el presente caso, y se calcula el índice entre G D y G I la línea fundamental glabelo inial (186 milímetros). Kste índice será tanto más pequeño cuanto más erguida la fren- te. En el cráneo de Arrecifes es 29,0 y sobrepasa algo los términos medios comunicados por Schwalbe para diferentes razas humanas. La frente del cráneo de Arre- cifes, por consiguiente, es más erguida que en término medio los cráneos reunidos en el siguiente cuadro (Schwalbe p. 150-152):
Tribus índice de la, posición bregmática.
Arrecifes 29,0
19 Alsasianos 30,4
16 Alsasianas 30,5
24 Negros Dchagga ■ . . 32,1
4 Calmucos . . . . 32,8
Las demás particularidades de la convexidad frontal no pueden ser estudiadas á causa de la costra calcárea que hace desaparecer todo detalle. Pasaré, pues, enseguida á ocuparme de la largura del frontal y parietal e. d. de sus circunferencias antero posteriores, medidas en la línea mediana. De los estudios de Schwalbe (p. 185 y sig.) he-
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- 39 -
chos al respecto, resultó lo si_y^uiente: En los lémures, monos, antropoideos v el Pithecanthropus siempre es más largo que el parietal; ya en la variedad humana de Spy 5- Neanderthal, varía esta proporción, siendo unas veces el frontal más largo que el parietal y otras veces vice versa. En las razas humanas actuales, la citada proporción ba- lancea todavía hacia los dos lados, como lo demuestra el siguiente cuadro de Schwalbe (p. 190), compuesto á base de 208 cráneos de diferentes razas.
I). Frontal más largo que el parietal. . . 50 %
II). Frontal igual al parietal 7.2 »
111). Frontal más corto que el parietal. . . 42,8 «
De esto resulta que el tipo I es pitecoídeo ó inferior y el tipo III cxchisivatncnte hu7naiio. Encontramos este úl- timo tipo en el cráneo de Arrecifes cuya circunferencia frontal mediana con 132 milímetros es mucho más corta que la respectiva parietal con 143 milímetros.
La proporción entre estas dos circunferencias se calcula por medio de un índice que según la fórmula : curva fron- tal : curva parietal = 100 : X, resulta ser 108,3. Este ín- dice, como ya lo hace suponer el recien reproducido cuadro de Schwalbe, varía en las razas humanas en bastante grado, e. d. de 83, 3 á 119,1 y en el cráneo de Arrecifes ocupa una posición favorable con 108,3.
Capacidad craneana. De la notable largura craneana, de su anchura que representa exactamente el término medio humano y de la altura absolutamente bien desa- rrollada, puede deducirse una capacidad craneal bien en- céfala; el estado de conservación del cráneo no permite una determinación por medio del cubage, pero el cálculo hecho según el método de Welcker (i), confirma corn-
il) Welcker, Dxc Capacitactund dicdrei Hauptdiirchmcsser der Schaedelkapsel bei den cerschiedenen Nationen. Archiv fuer Anthro- pologie. XVI, 1886, p. 27, 71, 82.
— 40 -
pletamente nuestra suposición. Consiste éste (p. 71) en adicionar la largura máxima, la anchura máxima y la al- tura basilo-bregmática y buscar para la suma obtenida (el «producto») la capacidad correspondiente en el cuadro com- puesto por Welcker; la diferencia entre la altura basilo- bregmática y la altura auricular es tasada por este mismo antropólogo (p. 82) en 14 milímetros término medio, y agregando este á la altura auricular del cráneo de Arreci- fes, encontramos como módulo :
Largura (186) -f Anchura (141) + Altura (123 + 14) = 464 y la capacidad correspondiente 1481 centímetros cúbicos.
Otro método para calcular la capacidad craneana según las medidas lineares es el de Beddoe (i). He ahí según el análisis de Fischer (2) : < Multipliqúese una tercera parte de la circunferencia horizontal con una tercera parte del arco nasio-inial y con la mitad del arco vertical, medido desde la apertura auricular de un lado á la del otro, pa- sando el arco sobre el bregma. Disminuyase el resultado en 0,3 % para cada 1,0 del índice cefálico, cuando éste esté abajo de 80, y auménteselo vice versa cuando éste pase 80. Divídase al fin el resultado obtenido por 2000 . En cuanto al cráneo de Arrecifes, hacemos el cálculo si- guiente:
Circunferencia horizontal: 530 mm.; i = 176,7 » nasio-lineal: 275 » i = 91,7
» transversal: 335 » i = 167,5
167,7 X 91,7 = 16203.39+167,5 = 2714067,825
índice cefálico = 75,8; 4-^0,3 = 1,2; 2714067,824-^1,2 = 3256880,39. 2714067,825—32568,8039 = 2681499,0211 por 2000 = 1340,7495. En ci- fra redonda:
1341 centímetros cúbicos.
(1) Beddoe, A Method of estiniating Skull Capacita fro/n Peripheraí Measiires. iournal oí theAnthropologicalInstitute, XXXIV, 1905, p. 266-283.— Analizado por :
(2) Fischer, Jahreshericht dcr Litcratuv ñber physische Antltm- potogieiniJahre 1905. Schwalbes Jahresberichte der Anatomie und Entwicklungsgeschichte N. F, XI., 1905, p. 921.
- 41 -
Xo sé si estos valores calculados y aproximados pue- den ser comparados con las cifras de Martin y A'erneau (véase los ya citados trabajos) los que han determinado la capacidad craneana por un método directo, rellenando la cavidad craneana con plomo, etc.; en todo caso el cráneo de Arrecifes resulta ser desfavorecido en comparación con los cráneos de Patagones y se acerca al tipo femenino, caracterizado por cierta pequenez de la cavidad craneal. Pero }-a hace tiempo, Welcker (i) ha demostrado que las cifras obtenidas por Broca en el cubage del cráneo, son demasiado alfas y que sobrepasan en 61,7 centímetros cú- bicos, el término medio de la capacidad craneana, obte- nida por Welcker 'en cráneos de la misma categoría. Agre- gando este valor á los 1341 respectivamente 1481 centí- tímetros cúbicos del cráneo de Arrecifes obtenemos ahora más ó menos 1400 respectivamente 1540 centímetros cú- bicos que bien podemos comparar con las cifras obtenidas por la escuela francesa; la diferencia entonces entre la capacidad del cráneo da Arrecifes y la de cráneos pata- gones resulta ser menos notable:
CAPACIDAD CRANEANA Tribu Hombres C. cúbicos Mujei'es C. cúbicos
Patagones del Río Negro (Mar- tin p. 531) 6
Patagones tipo plati-dolicocé-
falo I (Verneau p. 53, . . . 1
Patagones tipo plati-dolicocé-
falo II (Verneau p, 51. . . 2
Patagones tipo hipsi-dolicocéf alo
(Verneau p. 81) .... 17
|
1501 |
6 |
1391 |
|
1665-.' |
— |
— |
|
1672 |
21 |
1490 |
|
1619 |
7 |
1355 |
(1) Se nota una diferencia notable entre los resultados de los d-os métodos seguidos y no sé si se puede dar mayor fé á uno como á otro.
42
Tribu Hombres C. cúbicos Mujeres C. cúbicos
Patagones tipo plati-braquicé-
falo (Verneau p. 96) . . . 20 1600 9 1367
Patagones tipo braquicéfalo
(Verneau p. 104). ... 8 1516 1 1410
Araucanos antiguos de Chile
(Verneau p. lllj .... 1 — 5 —
Araucanos antiguos de Patago-
nia (Verneau p. 111). . . 1 1440 6 1409
Araucanos modernos de Pata-
gonia fVerneau p. 111). . 3 1390 3 1227
Patagones tipo mestizo plati-
dol. + hipsi-dol. (Verneau
p. 116) . 5 1512 1 1850
Patagones tipo mestizo plati-
braqu. -f- hipsi-dol. (Ver- neau p. 120) 21 1536 5 1420
Patagones y Araucanos (Wel-
cker p. 104) 9 1402 — — '
Arrecifes. 1481 (W) ó 1341 (B)
CRÁNEO FACIAL
Es muy poco lo que se puede decir sobre el cráneo facial á causa de su mal estado de conservación. I^a an- chura bi-zygomática mide raás ó menos 142 milímetros, e. d. equivale más ó menos á la anchura máxima del cráneo cerebral. La altura nasio-alveolar mide cerca de 75 milímetros y el índice facial superior» (de Kollmann)
1 00 "^^ 7 ^
calculado seo;ún la fórmula resulta ser S2,8.
'^ 142
Basándonos en los estudios de Weissenberg (i) quien
comprobó que basta calcular los índices faciales según
Kollmann, e. d. según la fórmula: «Altura facial (nasio-
mentonal ó nasio-alveolar, respectivamente) : Anchura bi-
(1) Weissenberg, fe^íT die cerschiedenen Gosichtsmaasse' urid Ge- sichtsindices, ihre Eintheüunq und Brauchbarkeit. Zeitschrift fuer Ethnologie, XXIX, 1897, p. 41-58.
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zigomática =ioo:X i >' quien propuso, en cuanto al -índice facial superior \ calculado según la altura nasio alveolar v la anchura bizigoniática, la cifra 55,0 como límite entre carne y leptoprosopia, determinaremos el crá- neo de Arrecifes como camcprósopo. Intercalando el índice 52,8 en los siguientes cuadros tomados de la obra de la Expedición Hemenway (i), resulta que ocupa una posi- ción mediana entre las razas humanas en general y las diferentes tribus americanas en especial :
DIFERENTES RAZAS HUMANAS Tribu. índice facial superior. '
2 Chuckchees 55,17
10 Esquimales 54,09
— Vedda 53.80
2 Chinos 53,74
6 Negros 53,22
14 Europeos 53,06
1 Inriig. de las Islas l'iji 52.77 Arrecifes: c. 52,8
— Botocudos 52,60
2 Japoneses 52,58
27 Indios Saladeros (Norte Am.) . 52,48
42 Otros Indios Norteamericanos. . 51,69
6 Indig. de las Islas Sandwich . . 50,35
3 Australianos 50,23
— Malayos 48.60
4 Indig. de la Nueva Zelandia. . . 48,54 4 Lagoa Santa 47,00
DIFERENTES TRIBUS NORTEAMERICANAS
Tribu. índice facial superior
1 Seminóles 58,33
2 Minnetarees 58,05
(1) Matthews, Wortman y Billings, r/ie Aa/Ha/i bones of the Hcmcmcaii CoUcction in the United States Arrny Medical Museuní ai Washington. IVlemoirs of the National Academy of Sciences, VI, 1891, p. 193.
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Tribu. índice facial superior
10 Californianos 52,62 Arrecifes : c. 52,8
27 Saladeros 52,48
7 Pah Uthes 52,03
2 Pawnees 51,29
4 Sioux 51J8
4 Navajos 50,90
4 Ponkas 50,61
6 Apaches 49,55
1 Cheyennes 47,65
1 Chippeway. .... .... 47,40
1 Cráneo de Rock Bluff .... 57,00
1 Cráneo de Calaveras 42,00
Termino con este cuadro la parte creaneométrica que ya ha salido un poco larga, y me abstendré de ocuparme de algunas otras medidas que se han podido tomar todavía según el convenio de Monaco y que van en la lista para facilitar comparaciones futuras.
Al preparar estas líneas para la imprenta aparece una nueva publicación del señor Ameghino intitulada <i~Les formations scdimcntaires du crétacé supérieiir ct dii tcr- tiaire de Patagonir. Avec un par alíele entre leurs /aunes mannnalogiqíies et celles de Vancien continenf (Anales del Museo Nacional de Buenos Aires, Ser. 3% VIII (XV) p. 1-568). En esta obra, el señor Ameghino se ocupa un poco de los cráneos humanos pampeanos ya mencionados en su obra del año 1889 '^ Contribueión al conoeimiento de los mamíferos, fósiles de la República Argentina» y aumen- tados con un cráneo humano encontrado desde aquella épo- ca cerca del Arro}'o La Tigra al Sud de Mar del Plata.
En cuanto al cráneo de Arrecifes, reproduce la fotogra- fía de la norma lateral publicada por primera vez en la Contribución y agregada también al presente trabajo;
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dice (p. 447) que procede del cuaternario inferior y con- cluye que el hombre de esta época (representado por este cráneo) no parece distinguirse del de la época actual. En cuanto á los demás cráneos pampeanos, cree que proceden de diferentes épocas geológicas y que en coincidencia con esto, representan correspondientes caracteres más ó menos inferiores. Xo hav acá oportunidad de refutar esta última opinión de Ameghino; lo haré en mi }'a anunciado tra- bajo que se publicará en breve en la Revista del Museo de La Plata; pero sí, me es un placer poder comprobar que el estudio del cráneo de Arrecifes publicado en las lí- neas que preceden, me llevó exactamente á la misma opi- nión que sobre sus caracteres físicos se ha formado el señor Ameghino aunque no estoy de acuerdo con lo que dice sobre su edad geológica. Coinciden pues con la opi- nión de Ameghino: de que el cráneo de Arrecifes no se distingue de un cráneo moderno, las sisfuientes
CONCLUSIONES GENERALES
i). El cráneo de Arrecifes pertenece á los mas antiguos de la República Argentina aunque no puede ser atribuido con segoiridad á la formación pampeana.
2). La largura de la parte cerebral sobrepasa el término medio humano, la anchura le equivale exactamente, el ín- dice cefálico es mesocéfalo; la altura es absolutamente grande, relativamente (con referencia á la largura) pre- senta una cifra más bien baja (came ó platicefalia).
3). La anchura de la frente es absolutamente de tér- mino medio; relativamente (con respecto á la anchura transversal craneana) corresponde al tipo americano. Los ángulos frontales y bregmáticos los que indican la inclina- ción de la frente hacia atrás, se encuentran dentro de la categoría del hombre actual.
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4). La parte facial del cráneo es mas ó menos came- prósopa y el índice ocupa una posición mediana entre las razas humanas en general y entre las diferentes tri- bus en especial.
5). Los arcos superciliares son bien marcados y salien- tes; las crestas supermastoideas bien marcadas; la incisu- ra mastoidea en forma de muesca (tipo americano); la cresta digástrica en forma de un peine grueso; el sulcus art. occipitalis en forma de muesca. Hay un torus occi- pitalis muy bien marcado, formando una sola giba larga y ancha.
6). De un estudio detenido resulta que el cráneo de Arrecifes pertenece al actual tipo humano y especialmente americano.
La Plata, Abril de 1907.
Doctor R. Lehmann — Nitsche
Catedrático de Antropología de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
de Buenos Aires.
SMITHSONIAN INSTITUTION LIBRARIES
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